a veces

A veces me gustaría que no fueras tan independiente, tan dura, tan hecha a tí misma. En algunas ocasiones, añoro aquella fragilidad, aquel miedo de los primeros días cuando pisábamos con pies de barro e íbamos por la vida sin red. Extraño saber que no hay nada debajo que amortigüe la caída, que no hay otra oportunidad, que sólo hay un intento. Necesito sentir el miedo a respirar una vez más, el temor que todo lo atenazaba, aquella sensación de fragilidad que envolvía cada movimiento que hacía cerca de tí. Como si temiese despertar y romper el hechizo. Como si sólo hiciese falta contener el aliento para que nada cambiase. Quiero recuperar la ternura, quiero que me dejes cuidarte aunque tú puedas hacerlo sola, quiero poder sostenerte, vestirte, despertarte, simplemente estar ahí.

A veces no sé lo que quiero. Otras veces lo sé demasiado bien. Hoy es una de esas últimas.