la fidelidad del jardinero – El sueño del mono loco
El sueño del mono loco Saliva, cinismo, locura, deseo…

la fidelidad del jardinero

Todavía no puedo disimular una sonrisa al comenzar a escribir esto y te lo dedico a tí, jota, ¡por capullo! ;).

Hace más de dos años, cuando llegué a Badajoz leía de manera compulsiva y los pocos ratos que me dejaba libre el trabajo los dedicaba a este viejo vicio. Fue la época de los libros al peso, las noches en blanco entre novelas y libros técnicos, el zulo tecnológico que montamos en el salón y Matrix. Frikismo en estado puro.

La cuestión es que a finales de julio me compré el libro más grande que encontré, uno de John Le Carré, autor consagrado con oficio en lo suyo (el thiller y el suspense), titulado El jardinero fiel. Aunque no lo parezca se trata de un buen libro, con una fuerte denuncia a las multinaciones farmacéuticas, que da que pensar y no concede facilidades, no da nada por sentado, resulta duro en ocasiones y deja un poso de amargura. También por esas fechas llegó jota, un cruce entre el Barnie de Los Simpsons y el programador de la chica del vestido rojo en el juego de entrenamiento de Matrix, amigo, juerguista y confidente a partes iguales, pero con la mayor mala leche de la historia. Y, como no, se le metió en la cabeza que el libro estaba claramente orientado hacia un público homosexual. Según él, el título implicaba florecitas, fidelidad y torsos musculosos sudando bajo el sol de Kenia y de ahí, al cielo. Traté de explicar que iba de relacciones entre paises, consulados y que en la segunda página degüellan a la protagonista, pero no hubo forma. El estigma de libro gay no hubo forma de quitarselo y hasta que eme no me hizo un poco de caso no se dejó de hablar de él, ni de mí.

Pues ahora resulta que lo han llevado al cine y la película, además de esperada, la protagoniza Ralph Fiennes (el inglés paciente) y la dirige el mismo que Ciudad de Dios. ¡Ahí es nada! Tal y como la pintan, será una de las película que vaya a ver al cine.

PD jota, corazón, te recuerdo que tú también tienes ese libro en edición de bolsillo… y apuesto a que no lo has leido. Lo bueno del pasado es que siempre vuelve.

Una idea sobre “la fidelidad del jardinero”

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